Se
sabe que tomar un desayuno escaso-compensando con las otras
comidas-favorece el sobrepeso y perjudica el rendimiento físico e
intelectual, pero un estudio de la Universidad de Harvard extiende
los efectos negativos al sistema cardiovascular. Según la
investigadora Leah Cahill, las personas que no toman un desayuno
suficiente aumentan un 27% su riesgo de sufrir hipertensión,
colesterol alto, obesidad y, con ello, un infarto. No se producen los
mismos efectos si las comidas escasas son el almuerzo o la cena, lo
que revela la importancia de la primera ingesta del día.
Aunque
el estudio fue realizado siguiendo a 27.000 profesionales masculinos
de la salud, no existe razón alguna para que no se puedan extender
sus conclusiones a las mujeres. Según Leah Cahill, el desayuno
resulta crucial porque durante la noche el organismo entra en un
estado de autoprotección, liberando más insulina y colesterol, y
aumentando la presión arterial. Si esa fase no se rompe con el
desayuno , el organismo sufre un estrés que con el paso de los años
podría derivar en diferentes trastornos cardiovasculares. Cahill
recomienda un desayuno a base de cereales integrales, frutos secos
crudos,fruta y yogur, o bien diferentes leches vegetales si no se
toman lácteos . Por otra parte , se recomienda que aporte alrededor
de 500 calorías.
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